El corral
El edificio donde nos ubicamos se construyó hace algo más de cien años con piedra seca, vigas de chopo cabecero y teja mudéjar. Nada más.
Cuando iniciamos el reacondicionamiento de este corral, sabíamos que queríamos un espacio armónico que respetase el trabajo de los que cien años atrás habían construido lo que hoy es nuestro taller. Para ello, contamos en todo momento con elementos naturales como la cal, la madera, el barro y la paja otorgando así al espacio, no solo una estética inspiradora si no también un confort donde trabajar a gusto. Hemos trabajado durante dos años y hemos conseguido crear un lugar donde todo el que quiera venir, será bien recibido.
¡Haz click sobre el vídeo y mira la transformación! Y si quieres ver el resultado final...¡ven a visitarnos!
El campo
A la vez que terminábamos las obras en el taller, nos dimos cuenta de que necesitábamos un espacio un lugar más grande donde poder realizar todas las actividades al aire libre que habíamos pensado desarrollar como parte fundamental de nuestro proyecto. Detrás del corral había un campo yermo, nos pusimos en contacto con los dueños y después de explicarles la idea que teníamos en mente, accedieron a la venta del terreno. Cuando firmamos las escrituras nos enteramos de que el campo se llamaba "Cantarería" lo cual fue una señal para nosotros.
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Sobre nosotros
Raúl Escuín Blasco
lleva 18 años tocando madera y realizando trabajos por encargo, vino al pueblo de sus antepasados hace 5 años, artista polifacético, comenzó desde muy pequeño en las artes plásticas hasta que lo volvió a retomar hace tres. Lleva desde entonces investigando materiales de la zona, texturas y formas, centrándose en el mundo del barro, la cerámica, la bioconstrucción y la permacultura, sin dejar a un lado su pasión heredada por la madera y las herramientas de taller. Siente gran inspiración en los oficios perdidos, ya que, según dice, antes todo se hacía a otro ritmo, con más amor y más durabilidad.
"Cuando los recursos son escasos entonces surge el ingenio".
Julia Sopeséns Izuel
Doctora en comunicación audiovisual se mudó a Alloza junto a Raúl por querer dar un giro a su vida y empezar a vivir de una manera más consciente y en armonía con el medio rural. Aunque su carrera profesional se ha centrado en el mundo audiovisual, principalmente en los departamentos de arte y vestuario, su pasión es difundir y transmitir una forma de vida y de hacer las cosas anteponiendo lo natural, poniendo en valor la autosuficiencia, el conocimiento, la delicadeza y lo artesano y aplicándolos a diferentes ámbitos de su vida como el laboral, el deporte, la alimentación o el ocio.
"Las personas olvidamos con demasiada facilidad que somos parte de la naturaleza".